“Volveremos a la Edad Media”, ¿a qué se referirán? De tantas bocas he escuchado la misma alusión, que un año después del estudio de historia medieval por la UNED intentaré abordar ese referente infalible en el socialismo y neocomunismo ibérico. ¿A qué Edad Media regresaremos cada vez que lamentan una derrota de la -autodenominada y mal llamada- izquierda?

-¿Aludirán tal vez a la carga impositiva? Los impuestos es el primer frente que viene a bote pronto a la cabeza, por ser unos de los que más afecta a la vida cotidiana de la vulgar plebe. ¿Quién no tiene una imagen de un campesino medieval entregando a los emisarios del Estado el último saco de harina de la más castigada cosecha? Se referirán por tanto a esa baja edad media donde se consolidan los más variados tipos de impuestos. En esos proto-estado modernos la monarquía afianza su poder precisamente con esta herramienta. El control de este abuso es el que impulsa la consolidación de los primeros parlamentos… El socialismo ibérico actual practica ese despotismo impositivo con el mismo espíritu que esos grandes monarcas medievales: sorprendidos de cuestionamiento alguno, reticentes a cualquier oposición, y voraces en el esquilmamiento de las reservas de un pueblo al que dicen servir. Hablar de diezmos, pontazgos, impuesto para moler, impuesto para comerciar determinados productos… es pecata minuta comparado con el IVA, la declaración de la renta, la cuota de la seguridad social y los mil y un añadidos de carga impositiva socialista en absoluto acorde con la calidad de los servicios prestados.

-¿Se referirán quizás a la resistencia al control parlamentario? España ha vivido durante la pandemia de covid-19 el cierre de la cámara baja, ordenado por su presidenta sin complejos ni pudor. Un cierre no contemplado en la edad contemporánea ni en tiempos de guerra. Pero, lejos de ser una práctica excepcional, es una tendencia recurrente. El actual presidente dilató durante meses su investidura en repetidas elecciones y estiró como pocos el gobierno en funciones en tiempos pre-pandémicos. Un comportamiento de lo más medieval en efecto, a tenor de la resistencia de esos monarcas del S.XV a compartir decisiones con estos protoparlamentos británico, castellano, francés… La resistencia a someter los nuevos impuestos a la aprobación de las cortes ¿acaso no suena actual? La práctica del gobierno por decreto, tan presente como medieval, en efecto.

-¿O será la Iglesia y sus tensiones la que inspira sus pensamientos? Porque aquí el campo está sembrado. Los delitos de simonía y nepotismo, aceptar dinero a cambio de cargos y colocar a familiares debería hacernos sonreír tan sólo para empezar. Pero es en el campo de la herejía y la persecución a la discrepancia donde el neocomunismo ibérico actual más tiene que sonrojarse. La imposición de un nuevo lenguaje que pretende modificar la realidad a golpe de legislación e imposición educativa… tienen en efecto muchas similitudes con el comportamiento de la iglesia dominante y la estigmatización de la discrepancia. La prohibición y excomunión a todas las órdenes religiosas que criticaran la ostentación y posesiones de la Iglesia practicada por ejemplo por Juan XXII recuerda a esa purga de “fachas” con los que la nueva izquierda persigue a cualquier planteamiento que incluso desde ella surja.

-¿O será tal vez el dragón escupe-fuego? ¿Qué cuento medieval no está inspirado en un mayúsculo temor que asola a una indefensa villa necesitada de un héroe que la libere del mal? La utilización del miedo como elemento medieval no es en absoluto ajena a la práctica socialista, especialmente para ganar elecciones. Qué viene el coco. Que viene el dragón escupe-fuego en forma de un partido político, corriente o movimiento, que amenaza los cimientos de nuestra aldea. Somos malos, mejorables, pero si viene el dragón arrasará con todo, de modo que somos el tirano conocido único e imprescindible de todas vuestras opciones. De nada sirve que el dragón paste en el prado del sistema, como hacen tantos movimientos conservadores que llevan desde la segunda guerra mundial meando dentro del tiesto democrático. Aunque el dragón paste en el prado, de él se dirá que escupe fuego y hace aquelarres nocturnos para arrasar el indefenso poblado.

-¿O será la edad media de la nación de naciones? La potenciación de las diferencias fiscales y legales en nombre de la identidad, santo y seña del neocomunismo y socialismo ibérico, es una de las prácticas más enraizadas de la Europa medieval desde la caída del imperio romano. Pocas cosas hay más medievales que la exención impositiva a cambio de favores políticos, la invención o supresión de legislaciones locales a cambio de favores geoestratégicos, o la negociación constante y la tensión entre territorios en nombre de la más concentrada y reducida identidad. De hecho, una de las principales características consideradas a la hora de evaluar la salida de la Edad Media y el paso a la Edad Moderna es precisamente la construcción de los nuevos estados que acaban en parte con esa fragmentación política y diferencias legales. Una construcción diametralmente opuesta a la que el socialismo español tiene actualmente en la cabeza.

¿A qué edad media volveremos de la que no hayamos salido aún?

PS: To be continued… La actualidad está llena de ejemplos con símiles medievales. Y por fortuna la edad media es mucho más rica que la simplificación ignorante que hacen de ella.

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